En los últimos años hemos oido muchas noticias sobre la obesidad en nuestro país. Las cifras resultan alarmantes. Desafortunadamente en nuestro sector, el personal operativo se ve sometido a un ritmo de vida que es doblemente complicado cuidar el peso ideal de las personas.
Simplemente el consumo de refrescos de cola como uno de los elementos más comunes para evitar el sueño, así como alimentos procesados con exceso de azúcar, sumado a ello las largas jornadas que se tienen sentado frente al volante, hacen que los conductores vayan acumulando grandes reservas de grasa que al paso del tiempo se convierten en problemas serios de salud.
En un estudio realizado el año pasado en Estados Unidos por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional, presentó que 69% de los encuestados eran conductores obesos, 17% fueron considerados como obesos mórbidos y un 88% presentaban al menos un factor de risgo para enfermedades crónicas como presión alta o diabetes.
Ante esto datos podríamos pensar en un panorama negativo, sin embargo, poco a poco la gente va buscando soluciones a este problema. No es una tarea sencilla, lo más importante es cuando se logra hacer conscientes a las personas que no solo es una cuestión de perder algunos kilos en su cuerpo, sino de una expectativa de vida y de brindarles lo mejor a sus familias, muchos operadores hacen ese gran esfuerzo por ir paulatinamente transformando su salud hacia algo más positivo.
La recomendación más básica será siempre la misma: comer más sanamente y hacer ejercicio, pero esto no resulta en la realidad algo tan práctico. Las distancias, los horarios, el exceso de trabajo y la presión del mismo llevan a quienes tienen este tipo de labor a dejar en un segundo plano la atención hacia su peso y salud. Se ha observado que quienes deciden efectuar un cambio es porque desafortunadamente han visto en algún compañero cercano o saben de alguien que ha tenido consecuencias graves o peor aún que en su propio cuerpo han experimentado ya algún problema.
Por ello, un punto de partida puede ser el observar qué hábitos se están tenidendo, reducir la cantidad de comida procesada e incrementar paulatinamente la actividad física de manera razonable.
